Día 24 ¿Qué esperas?



Nadia Govea |  23-Oct-2019 |  919 Visitas


Día 24
¿QUÉ ESPERAS?
 
 
 
Desde que somos pequeños, nos dicen una y otra vez que es mejor dar que
recibir. Al llegar a la edad adulta, hemos creído tanto en esto que llegamos a
creer que los que están abiertos a recibir son egoístas.
Sin importar cuánto pensemos que es mejor dar, el hecho es que no
podemos dar hasta que hayamos recibido. Somos parte del dar y recibir de
la vida, el baile universal del equilibrio, el flujo y reflujo que mantienen todo
en orden divino. Y hasta que tengamos algo, no será posible dar. Por eso,
así como la playa acepta la marea antes de dejarla ir, así debemos abrirnos
a recibir antes de dar a los demás.
En las últimas tres y media semanas, el dar ha sido una parte diaria de este
experimento. A medida que has ido bendiciendo a los demás y colocando
dinero diariamente en el contenedor, estás completando el primer paso de
esta fórmula universal. Pero si no completas el segundo paso de este
proceso, el cual es esperar que también tú recibas, cerrarás el canal por
medio del cual cualquier bonanza puede fluir y al final de este experimento,
probablemente estarás en el mismo lugar donde comenzaste.
Seguramente hasta ahora, no has estado esperando que se te regrese lo
que has estado dando. El recibir no es algo muy natural para la mayoría de
nosotros. Muchas veces, ni siquiera sabemos aceptar halagos, mucho menos
aceptar abiertamente las cosas sobre las que se puede colocar un valor
monetario. Nos decimos que sacar algo de lo que damos es equivalente a
pecar, así es que destruimos cada esperanza de que se regrese algo. Pero la
verdad es que tanto el dar como el recibir son partes de la celebración de la
vida. Uno no puede suceder sin el otro. Debemos estar dispuestos tanto a
dar como a recibir. Y si no, quizá sea tiempo de que comiences a flexionar
los músculos de la expectativa.
En su libro, La Llave, el autor Joe Vitale escribe que hace tiempo, decidió
adoptar la creencia de que cada vez que daba o gastaba dinero, se le
regresaría multiplicado por diez. Trabajó para inculcar esta creencia en su
mente hasta que comenzó a notar los retornos en múltiplos de diez.
"Conscientemente elegí esta creencia de que entre más dinero gastaba, más
dinero recibía," dice Vitale. "Bueno, eso no hace sentido. Si se lo dices a un
Contador, a un empresario, a un banquero, todos te dirán, 'Ah, Joe, si
gastas dinero, tendrás menos.'
"Pero yo hablo de la reinterpretación de cómo funcionan las cosas, así es
que gasto dinero y en cuanto lo hago, comienzo a buscar a mi alrededor
diciendo, 'Wow, me pregunto de dónde va a regresar el dinero multiplicado
por diez.' Así es que fácilmente compro cosas y gasto, pero como espero
que más venga en camino porque estoy gastando, siempre regresa, y se
desborda hasta el punto de que puedo crear buenas causas y puedo
contribuir para ayudar a otras personas He ayudado a mi familia y he 
ayudado a mis amigos. Y por supuesto puedo permitirme comprar cosas tan
caras como automóviles aun cuando ya tengo autos y aun cuando trabajo
desde mi casa. Ni siquiera tengo que manejar a ningún lado."
La verdad es que podemos tener lo que queramos, pero debemos aceptarlo
mentalmente primero. Hasta que lo hagamos, es muy probable que no
llegará, no importa cuánto lo deseemos y pensemos que tenemos que
tenerlo. La llave principal para la aceptación mental es estar dispuesto a dar
y a esperar que se nos regrese.
En las últimas tres y media semanas, has probado que eres dadivoso. Ahora
es hora de probar que eres bueno para recibir también. Así es que a partir
de hoy, conscientemente espera recibir algo a cambio de todo lo que le das
al mundo. Pide que sea un retorno del 100%, o que se te regrese
multiplicado por diez o por mil, si así lo deseas. Pero comienza ahora mismo
a esperar que todo lo que das y cada centavo que gastas se te regrese.
Cada vez que gastes diez pesos en la tienda, espera ver que se te regrese
esa misma cantidad cuando menos fácilmente y sin esfuerzo. Cada vez que
coloques dinero en tu contenedor, espera que por cada centavo que des, se
te regresará más. Obsérvate dejando que entre más y más en tu vida.
Visualízate, afírmate y créelo.
El recibir es una parte vital del proceso, y si no estás dispuesto a recibir, no
se puede completar el proceso.
 
 
La Acción del Día:
 
 
Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad y las diez
cosas de tu lista de Agradecimientos.
Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la
afirmación que está en el contenedor tres veces.
Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros
participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes 
bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti
mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la
persona o personas en tu lista de bendiciones.
 
 
El Pensamiento del Día:
 
 
"Entre más fácilmente puedas recibir, más fácilmente te dará el Universo."
--Sanaya Roman y Duane Packer
 
 
La Afirmación del Día:
 
 
"Estoy listo para recibir. Estoy recibiendo ahora."



"Ávida de conocimiento, con profundo interés en todo lo que pueda mejorarme como ser humano y poder hacer de mi entorno un lugar bello y armonioso en todos los aspectos."


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