Dìa 5 Sirviendo a los Demás



Nadia Govea |  06-Oct-2019 |  699 Visitas


Día 5
SIRVIENDO A LOS DEMÁS
 
Como explicó Kate en algunos de los mensajes anteriores, el propósito de
Experimenta la Prosperidad es el de comprobar la teoría de que
automáticamente atraemos lo bueno de la vida a nosotros al servir a los
demás a través de bendecirlos. Cuando nos dedicamos a bendecir a los
demás, dejamos de tratar de controlar cosas, personas y oportunidades, y
así entramos en un estado de apertura a recibir. Al dejar de estar tan
centrados en nosotros mismos, nos volvemos participantes activos en el dar
y recibir natural de la vida.
Kate quisiera compartir contigo una vieja historia, la cual creo que ilustra
esta verdad de manera extraordinaria:
Hubo una vez un hombre muy curioso a quien se le dio permiso de visitar
tanto el Cielo como el Infierno mientras aún estaba vivo. Primero viajó al
Infierno, y ahí vio un gran salón con un gran banquete, donde millones de
personas estaban sentadas en largas mesas que estaban hermosamente
decoradas y tenían alimentos y bebidas en abundancia servidos en platos de
oro sólido y en copas de brillante plata.
El hombre inmediatamente se sorprendió por lo que vio, porque en lugar de
disfrutar los espléndidos alimentos, la gente aparentaba estarse muriendo
de hambre y abiertamente lloraba y se quejaba. Después de inspeccionar de
nuevo la situación, el hombre descubrió la razón. Las cucharas y los
tenedores que tenían las personas eran más largos que sus brazos, así es
que aunque podían tomar la comida con los cubiertos, no la podían llevar a
sus bocas. Esto era verdaderamente un Infierno, pensó el hombre, estar
frente a tales banquetes y no poder comer.
A continuación, el hombre visitó el Cielo. Ahí, también, vio a millones de
personas sentadas en las largas y elegantes mesas que llenaban el gran
salón de banquetes del Cielo. Y tal como había visto en el Infierno, había
comida de todos los tipos en frente de ellos. Aquí, el hombre observó que al
igual que en el Infierno, las cucharas y los tenedores que tenía la gente eran
más largos que sus brazos, así es que, tampoco eran capaces de
alimentarse. Pero en lugar de lamentarse y llorar como lo hacían los que
estaban en el Infierno, la gente aquí en el Cielo estaba bien alimentada y
llena de júbilo. Y entonces fue cuando se dio cuenta del porqué.
No se estaban tratando de alimentar a ellos mismos. Se estaban
alimentando los unos a los otros.
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No conozco tu situación actual. Has de haberte unido a Experimenta la
Prosperidad porque tenías curiosidad y simplemente querías ver qué iba a
suceder. O puedes haberte unido porque estás muy mal económicamente
hablando y no sabes qué hacer ahora.
Pero de cualquier forma, tan solo el hecho de tener acceso a internet y que
puedas recibir estos mensajes indica que tienes más riquezas que una gran
parte del mundo.
Es muy probable que, ahora mismo podrías sacar diez pesos (0.80 USD) de
tu bolsa y se los podrías dar a alguien más, sin que los extrañaras en lo más
mínimo. Hay gente alrededor del mundo que tienen ingresos diarios
menores a esa cantidad. Así es que sin importar lo pobre que te sientas,
eres RICO en comparación con mucha gente.
Empieza de inmediato a recordarte esta verdad con frecuencia, haciendo
esto a diario hasta que sientas que tus pensamientos empiezan a cambiar
de tal forma que, sin importar lo que hayas sentido que era tu circunstancia
anterior, empezarás ahora a sentir que ya eres RICO.
 
La Acción del Día:
Encuentra un contenedor lo suficientemente grande para que pueda
mantener el equivalente a tres meses de monedas o billetes y
colócalo en un lugar donde lo puedas ver a diario. (El de Kate está en
su mesita de noche). Imprime o escribe la afirmación del día de hoy
en un pedazo de papel que le quede al contenedor y pégalo ahí, para
que fácilmente puedas leer las palabras. Entonces, comenzando con
el día de hoy, y por el resto del experimento, pon cuando menos diez
pesos (0.80 USD) por día en el contenedor. Si puedes poner más,
hazlo. Cuando pongas el dinero en el contenedor, lee la afirmación, si
es posible en voz alta, repitiéndola tres veces. Al final del
experimento le darás este dinero a alguien que lo necesite, pero por
ahora, no te preguntes a quién se lo darás, sólo preocúpate de poner
el dinero cada día en el contenedor y de repetir la afirmación tres
veces.
NOTA: Si verdaderamente no puedes prescindir de los diez pesos (0.80
USD) por día, pon lo que puedas. Pero comprométete a poner dinero a
diario en el contenedor, y si, definitivamente, no puedes poner un solo
centavo en el contenedor, busca el contenedor de todas manera, colócale
la afirmación, pon el contenedor donde fácilmente puedas verlo a diario,
y cuando menos tres veces al día repite la afirmación mientras te
visualizas llenando el contenedor con la intención de darle el dinero a
alguien más.
Continúa bendiciendo a aquéllos a quienes elegiste en tu acción
anterior.
 
El Pensamiento del Día:
"El que mantiene, poco tiene. El que reparte, tiene mucho."
--Lao Tzu
 
La Afirmación del Día:
"Este es un universo abundante. Siempre tengo más de lo que necesito.
Siempre tengo riqueza para repartir."



"Ávida de conocimiento, con profundo interés en todo lo que pueda mejorarme como ser humano y poder hacer de mi entorno un lugar bello y armonioso en todos los aspectos."


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