Día 4 El Bien Inherente



Nadia Govea |  06-Oct-2019 |  507 Visitas


Día 4
EL BIEN INHERENTE
Aunque ciertamente hay algunos que, debido a su forma de pensar, lo
rebatirían, la verdad es que vivimos en un Universo muy benéfico. El bien
inherente en todo es mucho mayor y más poderoso que las fallas que
podemos percibir. Y cuando elegimos reconocer que el bien está presente,
aún en esos momentos en los que no se puede percibir a primera vista, las
imperfecciones se disuelven.
Imagínate por un momento que te despiertas en un cuarto sin ventanas,
totalmente obscuro. Sabes que en ese cuarto, en algún lado, hay un
interruptor de luz y aunque no lo puedes ver, andas a tientas en la
obscuridad, tocando las paredes hasta que, por fin, tu mano lo encuentra.
Tampoco puedes ver la corriente eléctrica que fluirá en el momento en el
que enciendas el interruptor, pero basándote en experiencias anteriores,
sabes que ahí está. Sin dudar, enciendes la luz y respiras con alivio al ver
que la luz ilumina el cuarto. Se disuelve la obscuridad instantáneamente.
Lo mismo sucede cuando elegimos bendecir a la gente y a las circunstancias
a nuestro alrededor. Así como la luz elimina la obscuridad cuando
permitimos que fluya la electricidad, así fluye el bien inherente en una
situación para eliminar nuestras limitadas percepciones del mal.
A medida que bendecimos a todos y a todo, permitimos que esta verdad
superior de la Bondad Universal fluya hacia todos los aspectos de nuestra
vida, poniendo inmediatamente nuestra mente y nuestra alma en contacto 
consciente con lo Divino. Como resultado, lo bueno se incrementa y lo que
pensábamos que eran fallas empiezan a disolverse.
Entre más bendecimos, mayor es la corriente de bien inherente que
comienza a fluir, derramando luz en cada esquina que antes se encontraba
obscurecida por nuestra percepción. Cada mal o falla percibida desaparece,
cada limitante se desvanece y cada situación, mejora. A través de nuestras
bendiciones, asumimos nuestro poder. Y cuando nos sentimos más
poderosos ante cualquier mal al que nos enfrentemos, el mal, como la
obscuridad al toparse con la luz, no tiene otra opción que desaparecer.
Para aquellos de nosotros que elijamos seguir el Camino de las Bendiciones
hacia la Prosperidad, es muy importante que recordemos frecuentemente
que el bien está presente aun cuando no podamos verlo. Necesitamos ver
todos los obstáculos en el camino como peldaños, y entender que cada
condición externa, sin importar que tan permanente e imposible parezca,
puede cambiar y cambiará hacia lo positivo, siempre y cuando busquemos
todo lo bueno. Bendecir es pedir que el bien llegue.
 
La Acción del Día:
Enciende la luz. Sin importar lo que ocurra, sin importar las
situaciones que se te presenten, sin importar qué tanto miedo te
cause algo o alguien, deja que la luz de una bendición fluya hacia la
situación. Permítete reconocer que aunque puede ser que no lo
reconozcas inmediatamente, el bien está presente.
Continúa bendiciendo a aquéllos a quienes elegiste en tu Acción
Anterior.
El Pensamiento del Día:
"Vivir en constante contacto espiritual con el bien mayor que existe en
todos, es abrir la mente a una fuerza y felicidad que no pueden ser
medidas"
 
--Christian D. Larson
de The Pathway of Roses
(El Camino de las Rosas)
 
La Afirmación del Día:
"Siempre estoy dispuesto a ver el bien inherente en todo y en todos."
 



"Ávida de conocimiento, con profundo interés en todo lo que pueda mejorarme como ser humano y poder hacer de mi entorno un lugar bello y armonioso en todos los aspectos."


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